La contabilidad mental y sus riesgos
A diferencia de la contabilidad tradicional, la mental se lleva a cabo de manera intuitiva y subjetiva influenciada por diversos factores que no siempre son las más racionales.
The Decision Lab es una consultora de origen canadiense que asesora a cientos de empresas a nivel mundial en, como su nombre lo dice, tomar decisiones.
En esta oportunidad te compartimos un extracto de un artículo escrito por la consultora1. Está genial y de seguro más de uno (sino todos los lectores) se verán reflejados en el mismo.
En el mundo de las finanzas personales, la forma en que pensamos y categorizamos el dinero juega un papel fundamental en nuestras decisiones financieras. La contabilidad mental, un concepto desarrollado por el economista Richard Thaler, describe cómo las personas evalúan, registran y categorizan sus transacciones financieras de manera implícita en su mente. A diferencia de la contabilidad tradicional, que se basa en registros formales y balances, la contabilidad mental se lleva a cabo de manera intuitiva y subjetiva, influenciada por diversos factores como el origen del dinero, su uso previsto y las emociones asociadas.
Sesgos comunes de la contabilidad mental
Los sesgos cognitivos asociados a la contabilidad mental pueden llevar a tomar decisiones financieras que no siempre son las más racionales o beneficiosas. Algunos de los sesgos más comunes incluyen:
Separación de cuentas: Las personas tienden a dividir el dinero en diferentes "cuentas mentales" según su origen o propósito. Por ejemplo, el dinero ganado en un trabajo de tiempo extra puede verse como "dinero extra" para gastar en lujos, mientras que el salario regular se destina a necesidades básicas. Esta separación mental puede conducir a un gasto impulsivo del "dinero extra" y a una mala planificación financiera general.
Asignación de fondos: Cuando se asigna una cantidad específica de dinero para un propósito particular, las personas tienden a sentir que ese dinero ya está comprometido y son más propensas a gastarlo, incluso si no lo necesitan. Este sesgo puede llevar a gastar en exceso en categorías presupuestarias específicas y descuidar otras áreas importantes.
Costo hundido: La aversión a la pérdida juega un papel importante en este sesgo. Las personas tienden a seguir invirtiendo tiempo, dinero o esfuerzo en algo, incluso si ya no es rentable o beneficioso, debido a lo que ya han invertido. Esto puede llevar a mantener relaciones tóxicas, continuar con proyectos fallidos o aferrarse a activos que han perdido valor.
Aversión a la pérdida: Las personas sienten una pérdida más fuerte que una ganancia equivalente. Esto significa que el dolor de perder $100 es mayor que la alegría de ganar $100. Esta aversión a la pérdida puede llevar a decisiones de inversión poco óptimas, como evitar riesgos excesivamente o vender activos en momentos de baja coyuntura.
Implicaciones de la contabilidad mental en las decisiones financieras
Los sesgos de la contabilidad mental pueden tener un impacto significativo en las decisiones financieras de las personas, tanto a nivel individual como empresarial. A nivel individual, estos sesgos pueden conducir a:
Gastar más de lo que se gana: La separación de cuentas y la asignación de fondos pueden llevar a gastar en exceso y acumular deudas.
Perder oportunidades de inversión: La aversión a la pérdida y el costo hundido pueden impedir que las personas inviertan en oportunidades potencialmente rentables o que salgan de inversiones que ya no son beneficiosas.
Tomar decisiones impulsivas: La falta de planificación y la aversión a la pérdida pueden llevar a compras impulsivas y decisiones financieras poco meditadas.
A nivel empresarial, la contabilidad mental puede influir en:
Estrategias de marketing: Las empresas pueden utilizar los sesgos de la contabilidad mental para comercializar sus productos y servicios de manera más efectiva, creando ofertas "especiales" o utilizando tácticas de descuento que apelan a la sensación de urgencia o a la aversión a la pérdida.
Precios y promociones: La forma en que se presentan los precios y las promociones puede influir en la percepción del valor y la disposición a pagar de los consumidores.
Comportamiento de los empleados: Los sesgos de la contabilidad mental pueden afectar la forma en que los empleados toman decisiones financieras relacionadas con su trabajo, como la participación en planes de jubilación o la toma de préstamos para empleados.
Estrategias para evitar los sesgos de la contabilidad mental
Si bien la contabilidad mental es un proceso natural e inconsciente, existen estrategias que pueden ayudar a identificar y evitar sus sesgos negativos:
Ser consciente de los sesgos: El primer paso para evitar los sesgos de la contabilidad mental es ser consciente de su existencia y de cómo pueden influir en sus decisiones.
Establecer un presupuesto y seguirlo: Un presupuesto detallado puede ayudar a realizar un seguimiento del dinero, establecer límites de gasto y evitar la separación de cuentas.
Considerar el costo total de propiedad: Al tomar decisiones de compra, no solo considere el precio inicial, sino también los costos continuos, los costos de mantenimiento y los costos de oportunidad.
Evite tomar decisiones impulsivas: Tómese un tiempo para reflexionar sobre sus decisiones financieras antes de actuar.
https://thedecisionlab.com/biases/mental-accounting