¿Es negativo ser positivo?
Exploramos el balance entre el optimismo y el realismo en el ámbito empresarial y personal. Descubre las estrategias para alejarte de las personas tóxicas y cómo cultivar una actitud mental positiva
En mi vida corporativa tuve la oportunidad de participar en unas cosas que se llaman “business review”. Si en 300 años un grupo de antropólogos analizara esta actividad, seguramente dirían que se trataba de un ritual que realizaban líderes de tribus con corbata, para contarle al shaman de más alto rango que en los próximos ciclos solares (casi siempre 3) las cosas no irían tan bien. Lo particular es que, cuando narraban la situación presente, eran más bien optimistas, sobre todo con los resultados. “A pesar de equis cosa, logramos un crecimiento de dos dígitos”.
Presencié muchos de estos rituales, quizás más de lo que me hubiese gustado.
Aquí me quiero detener en el juego agridulce de lo que “debemos ser”, si positivos o negativos, en especial cuando nos referimos a las personas en el ámbito de los negocios. Recordemos el famoso y sempiterno chiste sobre cuál es el rol de los economistas: son seres a quienes les pagas para que predigan el futuro y después les vuelves a pagar para que expliquen por qué no pasó, lo que dijeron que iba a pasar.
Soy fan de Morgan Housel, periodista de negocios americano. Su primer libro, “La psicología del dinero”, es una apología al interés compuesto, a lo cíclico de la historia y a la manera cómo tomamos decisiones relacionadas con las finanzas. Tanto en su libro como en su podcast, Housel indica que él tiene predilección por las personas positivas. La razón: es más fácil ser negativo. Si eres negativo y te equivocas en una proyección, una estimación, una evaluación, siempre podrás escudarte diciendo “es que soy previsivo”. En cambio, si el error lo cometes por ser positivo, muchos dedos te señalarán.
El chiste está en ser lo que Housel llama “optimistas razonables”. Si se te mete algo en la cabeza, es muy difícil de olvidar. Si crees que el mercado va a bajar, encontrarás miles de fuentes y respuestas que corroboren lo que dices, pero si crees que va a subir, pasará lo mismo. No tengas ideas preconcebidas.
Por cierto, el segundo libro de Morgan Housel que lleva como nombre “Lo que nunca cambia” (publicado en 2023), se lo dedica a los optimistas razonables.
¿Negativo es ser tóxico? ¿Positivo es ser cheese?
Me gustó mucho el libro “¿Cómo hacer que te pasen cosas buenas?” de la reconocida psiquiatra española Marian Rojas Estapé. Es un crack en temas de salud mental y bienestar emocional.
En este libro, Estapé aborda el tema de las personas tóxicas. Recomienda identificarlas y alejarse de ellas. Son las que constantemente critican, manipulan, generan conflicto o tienen una actitud negativa y pesimista que puede afectar nuestro bienestar.
La escritora sugiere rodearse de personas positivas que aporten valor a nuestra vida. Ella indica que crear un entorno de apoyo y energía positiva es esencial para nuestro crecimiento personal y felicidad.
Si le damos vuelta a la tortilla nos encontramos con la otra cara de la moneda: los excesivamente optimistas. En algunas culturas los identificamos como “come flor”. El psicólogo estadounidense Martin Seligman, conocido como el padre de la psicología positiva, ha abordado las consecuencias negativas del optimismo excesivo. En su libro "Learned Optimism" (en español, "Aprenda optimismo"), Seligman discute cómo el optimismo, aunque generalmente beneficioso, puede tener efectos adversos si es llevado al extremo.
Seligman explica que un optimismo excesivo puede llevar a una subestimación de riesgos y peligros, resultando en decisiones poco realistas o imprudentes. Las personas que son excesivamente optimistas pueden ignorar señales de advertencia y no prepararse adecuadamente para posibles desafíos, lo que puede llevar a fracasos y decepciones.
Es evidente que el famoso psicólogo americano recomienda el equilibrio. Cultivar una actitud optimista, pero también mantener una perspectiva realista y crítica para evaluar adecuadamente las situaciones y tomar decisiones informadas. Esta visión equilibrada ayuda a aprovechar los beneficios del optimismo sin caer en sus posibles trampas.
Siete claves para una personalidad positiva
Brian Tracy, reconocido autor y conferencista estadounidense en el campo del desarrollo personal, en su libro “Si lo crees lo creas” el cual ya he recomendado en varias oportunidades (y no me cansaré de hacerlo), sugiere que la actitud mental es como la actitud física: desarrollas altos niveles de autoestima y una actitud mental positiva con entrenamiento y práctica.
Al final de este libro Tracy hace un compendio de lo que él considera son 7 claves para convertirse en una persona completamente positiva. Éstas son:
Autoconversación positiva
Visualización positiva
Personas positivas
Comida mental positiva
Entrenamiento y desarrollo positivo
Hábitos de salud positivos
Expectativas positivas
Puedes descargar en este link un documento que preparamos con las siete recomendaciones para una personalidad positiva. Te invitamos a descargarlas para que siempre las tengas a la mano.
Como recomendación final sólo queda decirte que nos encanta ser positivos, cómo lo pregona Tracy, eludiendo el “toxicismo” de las personas negativas como dice Estapé, buscando el optimismo razonable de Housel y sobre todo, encontrando el “ekilibrio" (perdón pero no lo pude evitar) cómo lo sugiere el Dr. Seligman.